martes

¿Hay alguien ahí?

Madrid 18 de septiembre de 2006

Saludos a todos.

He estado más de dos meses sin dar señales de vida pero ya estoy aquí de nuevo. Pido disculpas por esta interrupción debida fundamentalmente a razones de trabajo (también a unas cortas vacaciones) y espero que a pesar del tiempo transcurrido todavía haya gente que de vez en cuando eche un vistazo a este blog para saber qué ocurre en el 18/98, sobre todo porque desde hace una semana el proceso se ha puesto muy, muy interesante. Pero vamos por partes (..)

Durante el mes de julio estuve fuera de Madrid y por ello no acudí ni una sola vez a la Casa de Campo. No suelo contar cosas de este juicio de las que no he sido testigo presencial, así que simplemente resumiré lo que otros me han contado diciendo que en esos días, a petición de las defensas, comparecieron testigos diversos que dijeron lo de siempre. A saber: que las fuerzas represoras torturan a inocentes ciudadanos vascos, que nadie de la izquierda abertzale ha recibido nunca indicaciones de ETA y que esas organizaciones complementarias a la banda terrorista de las que habla el ministerio fiscal no existen. Hubo varios etarras que se negaron a declarar como testigos argumentando que no reconocían a ese tribunal de excepción, y uno de ellos lo hizo diciendo algo que me parece interesante reproducir aquí. Fue Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, quien desde Francia y por medio de videoconferencia respondió a la presidenta del tribunal cuando ésta le preguntó si juraba o prometía decir la verdad, que la verdad que ella representaba y la verdad del pueblo vasco eran distintas y que él diría la verdad que le debe al pueblo vasco.

He de reconocer que me parece una de las frases más sinceras que he oído en boca de uno de estos tipos y deja bien claro lo que todos sabemos: que cuando ellos declaran ante un tribunal no lo hacen con lo que nosotros llamamos verdad, sino con una sarta de mentiras y delirios que al parecer son imprescindibles para la construcción nacional vasca porque son su verdad última. Después de esta declaración de principios la presidenta del tribunal, como no podía ser de otra manera, dio por concluida su intervención. De todas formas ya he dicho que yo no estaba presente en la sala y aunque estoy seguro de que la transcripción que me han facilitado de sus palabras es fiable, no puedo jurar o prometer que sea exacta.

Otro momento curioso en esto de jurar o prometer tuvo lugar cuando se reanudó la vista el lunes 4 de septiembre. Esta vez sí que estaba yo presente en la sala, porque aunque aún seguía con ese apretón de trabajo que me ha mantenido apartado del proceso todo este tiempo, quise acercarme esa mañana por allí para ver qué tal nos había sentado el verano a todos. Hubo varios testigos de la defensa aquella mañana, sobre todo extranjeros: una abogada alemana, un periodista portugués, un parlamentario belga –perdón, flamenco- nacionalista y conservador (insistieron mucho en lo de conservador), un político italiano, incluso una profesora española de filosofía. Todos ellos dijeron que habían tenido trato con alguno de los encausados –sobre todo con Elena Beloki- y todos coincidieron en que desconocían que tuviera relación con ETA. Estoy seguro de que decían la verdad, lo digo sinceramente, pero esto que les libra de aparecer como mentirosos y perjuros les deja en cambio como ignorantes, porque si mis informaciones son correctas Elena Beloki ha sido acusada en varias ocasiones de pertenecer a ETA y al menos en Francia (no estoy seguro de si en España también) ha sido condenada. Eso aparte de otras vinculaciones personales con dirigentes de ETA que no me apetece referir aquí.

Pero a lo que iba: también compareció un etarra desde Francia por videoconferencia y ante la obligada pregunta del tribunal de si juraba o prometía decir verdad sobre aquello que se le preguntara dijo: Lo juro por Euskalherria. Para mi sorpresa la presidenta aceptó la fórmula y el terrorista sin mayor problema pasó a contestar a las preguntas de la defensa, pero no a las de la acusación aunque estaba obligado a ello. ¿Es ese un juramento aceptable por un tribunal? Jurar, lo que se dice jurar, se jura por Dios, y prometer se hace por la conciencia y el honor, pero poner por testigo de nuestras afirmaciones a algo en cuyo nombre hemos asesinado no parece una garantía fiable. Además he de reconocer que a mí casi me da la risa porque la frase me recordó a aquello de te lo juro por Snoopy que hace años se atribuía a las niñas pijas. Igual si el asunto sienta jurisprudencia pronto podremos ver a gente jurando ante un tribunal con la muy castiza fórmula de por la gloria de mi madre.

Por cierto que hablando de frases para el recuerdo creo que la palma se la lleva esa que hace poco oímos a un etarra en otro juicio: Te voy a arrancar la piel a tiras... te voy a pegar siete tiros... fascista de mierda. Eso a lo que me recuerda es a frases del tipo Tú no me llamas racista a mí, negro asqueroso o Dios es amor, maldito hereje hijodeputa. Definitivamente la verdad de Euskalherria es otra.

Pero todo eso ya es agua pasada y ahora toca otra cosa en el 18/98. Este fin de semana acabé eso que me tenía tan ocupado y hoy lunes he vuelto a la Casa de Campo con intención otra vez de seguir este juicio tanto como me sea posible. Y como ya he dicho la cosa se ha puesto muy interesante. El lunes pasado, una vez acabado el turno de testigos, empezaron a comparecer en la sala los peritos y los primeros en hacerlo han sido un grupo de guardias civiles del servicio de información. Lamenté muchísimo no poder ir ningún día de la semana pasada, pero hoy he echado el día entero allí escuchándoles porque seguían hablando y la cosa merecía la pena. Sin embargo no voy a contaros ahora lo que hoy he escuchado, más que nada porque es tarde y estoy cansado. Pronto volveré a escribiros y si os interesa el asunto os aconsejo que lo leáis porque, a juzgar por la nula presencia de medios de comunicación en la sala, van a ser pocos los sitios donde os informen sobre lo que están contándole al tribunal quienes de verdad saben de este asunto. Siento dejaros a medias (¿dónde he oído esa frase?) pero hoy, por decirlo así, sólo quería retomar el contacto

Un abrazo

Renault


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