Blog recomendado: Desde hace tiempo en el blog de Rosa Díez una persona nos recuerda a diario los nombres de quienes fueron asesinados por ETA, y lo hace con mensajes sencillos y humanos como éste aparecido hoy mismo (...)
[3] Carmen de Tellez | 26.01.07 07:25 am
26 de enero de 2001.
Ramón Díaz García
Asesinado por ETA en San Sebastián.
Ramón era cocinero, empleado en la Comandancia de Marina. Aquel día acababa de desayunar con su cuadrilla en el mismo bar de todas las mañanas. La explosión de una potente bomba lapa colocada bajo su coche acabó con la vida de Ramón. Afiliado a CC.OO, apasionado de la pelota vasca, en sus ratos libres cocinaba en una sociedad gastronómica del barrio de Loyola.
Ramón, de 51 años, estaba casado y era padre de dos hijos.
______
Un abrazo a su familia.
Creo que lo que hace esta mujer es la mejor manera de recordarnos a todos que esa expresión tan socorrida de “llevamos x tiempo sin muertos” es -y siempre ha sido- una falacia. Tal vez para la mayoría de nosotros y para nuestros gobernantes los muertos sólo cuentan el día que son asesinados y poco más, pero sus familiares y amigos tienen que vivir para siempre con esa ausencia y no deberíamos olvidarlo. Tampoco deberíamos olvidar –si es que alguna vez nos molestamos en saberlo- cuáles eran los nombres de esos conciudadanos nuestros, a qué se dedicaban, qué familia dejaron, y cómo fueron asesinados. Muchas veces Carmen comenta que apenas ha podido averiguar nada de una determinada víctima, pero sin embargo sí ha encontrado mucha información sobre su asesino, algo que sin duda debería hacernos reflexionar sobre nuestra actitud presente y sobre todo pasada hacia las víctimas.
Sí queréis poner rostro humano a la negra cosecha de ETA y haceros una idea de su impresionante magnitud no dejéis de visitar el blog de Carmen de Téllez.
Un abrazo para ella.
[3] Carmen de Tellez | 26.01.07 07:25 am
26 de enero de 2001.
Ramón Díaz García
Asesinado por ETA en San Sebastián.
Ramón era cocinero, empleado en la Comandancia de Marina. Aquel día acababa de desayunar con su cuadrilla en el mismo bar de todas las mañanas. La explosión de una potente bomba lapa colocada bajo su coche acabó con la vida de Ramón. Afiliado a CC.OO, apasionado de la pelota vasca, en sus ratos libres cocinaba en una sociedad gastronómica del barrio de Loyola.
Ramón, de 51 años, estaba casado y era padre de dos hijos.
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Un abrazo a su familia.
Creo que lo que hace esta mujer es la mejor manera de recordarnos a todos que esa expresión tan socorrida de “llevamos x tiempo sin muertos” es -y siempre ha sido- una falacia. Tal vez para la mayoría de nosotros y para nuestros gobernantes los muertos sólo cuentan el día que son asesinados y poco más, pero sus familiares y amigos tienen que vivir para siempre con esa ausencia y no deberíamos olvidarlo. Tampoco deberíamos olvidar –si es que alguna vez nos molestamos en saberlo- cuáles eran los nombres de esos conciudadanos nuestros, a qué se dedicaban, qué familia dejaron, y cómo fueron asesinados. Muchas veces Carmen comenta que apenas ha podido averiguar nada de una determinada víctima, pero sin embargo sí ha encontrado mucha información sobre su asesino, algo que sin duda debería hacernos reflexionar sobre nuestra actitud presente y sobre todo pasada hacia las víctimas.
Sí queréis poner rostro humano a la negra cosecha de ETA y haceros una idea de su impresionante magnitud no dejéis de visitar el blog de Carmen de Téllez.
Un abrazo para ella.
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