Otras voces (2): No sé si conocéis ese chiste en el que una maestra está repasando la tabla de multiplicar con sus alumnos cuando señalando súbitamente a uno de ellos le dice:
- Dos por dos ¡rápido!
El pobre niño se aturulla un poco y responde tan veloz como puede:
- ¡Cinco!
- ¿Cinco?
- Bueno... ¿qué prefería: velocidad o precisión?
(...)
Esto viene a cuento de que hoy os traigo un análisis textual del comunicado de alto el fuego de ETA realizado por mi amigo el Barman filósofo, que ya nos dejó constancia de su prosa el día de los 15 pingüinos. Este comentario llega con unas semanas de retraso con respecto al texto que glosa, y no porque mi amigo haya necesitado todo este tiempo para escribirlo, sino porque yo no he encontrado hasta ahora el momento de publicarlo.
Así que velocidad no, pero precisiones unas cuantas:
Alto el fuego
La declaración de alto el fuego de ETA ha suscitado la aparición de infinidad de opiniones y sentimientos al respecto en toda España. Todas esas opiniones, como siempre ocurre con esta banda, van más allá de lo dicho por ella y buscan un verdadero significado que parece no estar en el texto, sino en un espacio intangible que cada uno sitúa allá donde le lleva su sentimiento o su opinión. Por eso, haciendo un alarde de originalidad, yo me voy al texto. Al texto concreto y sus palabras concretas y analizar que es lo que estas me dicen. Aún a riesgo de dar importancia a esta morralla ideológica que lo único que intenta es ocultar lo que hay detrás de ella. La demencia de quién asesina y es incapaz de situarse en el lugar del otro. El texto de alguien con quién no se puede discutir.
Declaración de Euskadi Ta Askatasuna a Euskal Herria. El título no puede ser más claro. El alto el fuego no se anuncia para aquellos que más les interesa y les afecta, es decir los sufridores de ese fuego nada purificador; es decir, los susceptibles de ser asesinados; es decir los españoles. Va dirigido a Euskal Herria. Desde este momento comienza un largo conflicto con la razón ilustrada que ETA lleva siempre hasta sus últimas consecuencias. No se refiere a seres humanos, sino a un ente indeterminado al que a veces se llama “Euskal Herria” que no sabemos con exactitud si se trata de un territorio, como a veces parece; de un pueblo como a veces se deja ver; o de un continuo acreedor a quién siempre, por el mero hecho de existir como idea en ciertas cabezas, se le debe algo.
ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, desea mediante esta Declaración dar a conocer la siguiente decisión:
¡Cuántos adjetivos para ocultar la verdad! O al menos para ocultar el verdadero adjetivo. Bueno, entonces es socialista, pero no cualquier socialismo sino el revolucionario. Por tanto el que cuyo objetivo es la revolución socialista, con lo que comienza a ser una amenaza para capitalistas, empresarios, burgueses, medias tintas y toda laya de no proletarios, según todas las revoluciones socialistas han pretendido ser. Uf, ¿serán todos esos, también, parte de Euskal Herria? Tercer adjetivo: vasca, nada que objetar. Cuarto de liberación nacional. La cosa se complica: socialismo y liberación. Nacional. No la cosa se simplifica: socialismo y liberación nacional siempre han ido de la mano, al menos el socialismo revolucionario como ellos lo llaman.
Y desea, en un movimiento de rasgos esquizofrénicos no son los miembros de esa banda los que tienen deseos, sino la banda en sí, ese colectivo no humano hasta sus últimas consecuencias parece humanizarse en este deseo imposible. Y desea declarar, el verbo sería rotundo si deseasen declarar de verdad, es decir poner en claro, decir la verdad. Pero la verdad se oculta, es precisamente lo que no se declara. ETA no se sabe si es socialista, si es revolucionaria, si es de liberación, y ni siquiera hay una nación la cual liberar. Lo que sabemos seguro, pero seguro, seguro, es que ha asesinado a más de 850 personas, y eso no se dice ni en esta declaración, ni en todos lo adjetivos que la definen. ETA es una organización asesina y loca, eso si que es una verdad, y a no ser que socialismo, revolución y liberación nacional den como resultado de la ecuación las palabra asesina y psicópata (cosa que no debemos descartar), existe una grave inexactitud definitoria en tan largo esfuerzo de adjetivación.
Euskadi Ta Askatasuna ha decidido declarar un alto el fuego permanente a partir de las 00:00 horas del 24 de marzo de 2006. De nuevo a vueltas con la declaración, parece que estos señores nos quieren decir algo ¿No tendrán verdaderos deseos de declarar? De quitarse de la conciencia todo lo que llevan encima y que debe ser una pesadísima carga. No, porque su locura les hace inmunes a ese deseo, y solo la Ley es quién puede decirles: señores ustedes son unos asesinos. Y así frenarles en su locura. Otra cosa extraña, el día y pico de plazo hasta el alto el fuego ¿Qué extraña maquinaria necesita dos días para detenerse? ¿Acaso en esos dos días hay algo importante que quedó por hacer? Y luego: alto el fuego permanente. El equivocado lenguaje de la guerra que, por cierto, se comunica a lo que se podría llamar su bando, esa nación de la que se arrogan el derecho a la liberación, y no al enemigo siempre necesario para un alto el fuego. Un enemigo que no cesa por tanto el fuego, un fuego enemigo que existe aunque, ilusos de nosotros, no sepamos nada de él. Ellos son, de esta manera, los que dan el primer paso hacia la paz. Aunque lo más siniestro es ese “permanente” que tiembla en su propio significado y que tantos han querido interpretar. Yo me niego a interpretar a la espera de que ellos escriban la palabra definitivo. Y entreguen las armas.
Reflexión de ETA. Otra cosa que me llama la atención. Ese afán de totalidad que también es propio de la locura. Toda ETA reflexiona. No sus miembros asesinos, no su dirección o mesa nacional o como se quiera llamar, no sus ideólogos si es que los hay. Toda ETA reflexiona en un fenómeno de telepatía inexplicable para las mentes razonables. Me pregunto si ETA antes tendría más reflexiones colectivas de esta índole, pero me parece a mí que no. Además llama la atención el tono claramente de ritual cristiano de la frase sin verbo “reflexión de ETA”.
El objetivo de esta decisión es impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para que mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, el Pueblo Vasco pueda realizar el cambio político que necesita. Toda ETA se pone a reflexionar y llega a la misma conclusión que todos sus enemigos, los demócratas, habían captado con facilidad, y sin necesidad de mucha reflexión desde hace demasiado tiempo: hace falta impulsar un proceso democrático en el País Vasco, porque allí la democracia está secuestrada. Porque allí el no ser de los que reflexionan a su manera colectiva y sin verbo, o de los que, a la postre entienden esa reflexión total de ETA, corren unos riesgos que en ningún país donde se disfrute de una verdadera democracia son admisibles en lo más mínimo. Pero claro, no se refieren a eso, para eso no hace falta tanta reflexión. Se trata de diálogo, negociación y acuerdo ¿Con quién? Se supone que con el otro bando salvo, claro está, los asesinados.
Y la evidencia de que el cambio político que el pueblo vasco (con mayúscula, fíjense) necesita, es un cambio necesario. Porque al fin y al cabo todo es contingente (incluso la vida de cientos de personas), solo el cambio político vasco es necesario y con necesario, lo que una banda de asesinos quiere decir es que es necesario. Ustedes ya me entienden.
Superando el actual marco de negación, partición e imposición hay que construir un marco democrático para Euskal Herria, reconociendo los derechos que como pueblo le corresponden y asegurando de cara al futuro la posibilidad de desarrollo de todas las opciones políticas. Negación, partición e imposición son, como la reflexión, cosa suya, pero se podrían expresar mejor con palabras que ellos nunca utilizarán: muerte, nacionalismo y extorsión y todos lo entenderíamos mejor. Ignoran, a pesar de la reflexión, que tal marco democrático ya existe, que lo malo es que ese marco solo ha sido rellenado por el fuego de unos pocos, la tolerancia de unos muchos y la sangre, el sufrimiento y el valor de otros muchos. Pero el marco está ahí, y se llama Constitución, y se llama Estatuto que la convierten en la región europea que más independencia real tiene del Estado central. Pero eso, para nosotros, es también contingente, porque lo necesario, lo de verdad necesario es lo que en la realidad vasca no existe. Aquello que hace por lo menos dos siglos que se puso blanco sobre negro (o quizás rojo sobre negro, que esto no fue sencillo): los derechos humanos, que proclamaban al ciudadano como poseedor de todos esos derechos por el mero hecho de serlo. Pero, ay, nada se decía de los pueblos. Porque un pueblo es algo tan difícil de definir que todavía ni los defensores de sus derechos se han puesto de acuerdo en decirnos lo que es. Y esa dificultad de definición está condicionada por un hecho incontrovertible: los pueblos no existen, los ciudadanos sí.
Desde luego les debemos agradecer a los asesinos que hablen de un futuro donde se desarrollen las opciones políticas de cada ciudadano (no de los pueblos, aquí se ve clara la diferencia radical entre un pueblo y un ciudadano) y para ello lo mejor es que empiecen por no irse cargando por ahí, asesinando, quiero decir, a los que creen en distintas opciones políticas, a los que no creen en eso del pueblo vasco. Ejemplo práctico: no poner bombas en cementerios para llevarse por delante a la dirección regional de todo un partido. Aunque no pertenezcan a la categoría de lo que ellos dicen que debe ser el pueblo vasco. Y ahora, una vez que están hechas, arrepentirse de ellas, pedir perdón, dejar las armas, cumplir las penas.
Al final de ese proceso los ciudadanos y ciudadanas vascas deben tener la palabra y la decisión sobre su futuro, dando así una solución democrática al conflicto. La pescadilla que se muerde la cola. Hay que profundizar en la democracia para dar una solución democrática al conflicto. Supondremos que al conflicto creado por ellos, pues conflicto no es que unos ciudadanos tengan unas ideas y otros ciudadanos otras. Conflicto es que unos ciudadanos mueran y otros les maten, que unos ciudadanos sufran tremendas faltas en su libertad cotidiana y otros vivan tan ricamente mientras que otros fomentan esta diferencia. Y eso, vamos a ser sinceros de una vez, eso solo se soluciona cuando los que matan, los que extorsionan, los que amedrentan y los que miran hacia otro lado dejan de hacerlo y se dan cuenta de lo que hicieron, y reconocen al otro. Porque entonces, y solo entonces podremos hablar de libertad, pues es la libertad y no la paz el único final posible para este conflicto. Pero es evidente que a los llamados pueblos, por lo general, es fácil someterles, pero a los ciudadanos libres (y por tanto no partícipes de ningún pueblo) no es tan fácil dominarles. De ahí su miedo a la libertad. Porque los llamados pueblos son rígidos, pero los ciudadanos cabe la posibilidad de que sean despistados, valientes e irresponsables, y que por ello se nieguen a ser amedrentados, y bien por despiste, por valentía o irresponsabilidad una semilla de resistencia germine ¿Qué queda entonces de la totalidad de ese pueblo?
ETA considera que corresponde a todos los agentes vascos desarrollar ese proceso y adoptar los acuerdos correspondientes al futuro de Euskal Herria, teniendo en cuenta su pluralidad y totalidad. Y claro, por eso son mejor los agentes para desarrollar y acordar, porque esos si que están amedrentados, son rígidos y no pueden ser despistados, valientes o irresponsables. Y que no me hablen de pluralidad y totalidad porque una cosa, sin remedio niega a la otra. Porque yo quiero la pluralidad, pero no la totalidad si esta incluye a asesinos o gentes que precisamente no creen, como yo, en la pluralidad. Porque ellos hasta ahora de pluralidad: nada. En la pluralidad han intentado escribir un singular donde el que hacia el papel del otro era eliminado, era borrado por una bomba que dejaba restos de carne hasta en el quinto piso. Eso sí que lo deben aprender: la totalidad del cuerpo es sagrada. Hacer de los cuerpos una pluralidad de miembros separados, ha sido, hasta ahora, lo único que entendían de lo plural.
Los Estados español y francés deben reconocer los resultados de dicho proceso democrático, sin ningún tipo de injerencias ni limitaciones. La decisión que los ciudadanos y ciudadanas vascas adoptemos sobre nuestro futuro deberá ser respetada. Y esos políticos franceses que se ponen tan contentos con estas declaraciones, no habrán llegado, o no les habrán traducido este párrafo. Porque, visto está, este proceso democrático está al margen de los estados español y francés. O sea que en el mismo proceso ya sé es otra cosa distinta que español y francés, o sea que no hay otra posibilidad en el proceso más que la de no ser español o francés, porque si lo eres te transformas en injerencia y en limitación. Y si la decisión de los ciudadanos y ciudadanas (esto del os/as ya me lo imaginaba, ustedes son políticamente correctos, eso no cuesta nada) fuese por ejemplo y es un ejemplo, entender que los españoles y franceses que viven en esa supuesta Euskal Herria son una limitación y una injerencia eso no puede ser de ninguna manera respetado. Y advirtamos que se ponen imperativos porque eso si que no lo debemos aceptar.
Llamamiento de ETA (otra vez el tono religioso, a sus fieles)
Hacemos un llamamiento a todos los agentes para que actúen con responsabilidad y sean consecuentes ante el paso dado por ETA. ¡Dios santo! Me hundo en mi incapacidad de ser responsable hasta este “paso”. Un paso pequeño para el hombre, pero gigantesco para los pueblos. Tener un respeto profundo por este gran paso que significa que una banda de asesinos que se dedicaba de matar deja de hacerlo. ¿Qué debo hacer? ¿Darles las gracias? ¿Sentarles a mi mesa? ¿Hacerme una lobotomía y olvidar todo el sufrimiento y las lágrimas que yo mismo derramé tantos días? ¿Llorar ahora de alegría? No haré nada de eso. Solo seré consecuente conmigo mismo y seguiré pidiendo lo que hasta hoy mismo pedía. Que los delincuentes de todo tipo sean juzgados y condenados, que las organizaciones asesinas se disuelvan y no condicionen de manera alguna la vida política. Ni la vida, a secas.
Es tiempo de compromisos. Todos debemos asumir responsabilidades, para construir entre todos la solución democrática que el Pueblo vasco necesita. Es el momento de tomar decisiones de calado, pasando de las palabras a los hechos. Yo, modestamente, desde mi cuarto, desde mi casa, desde mi ciudad lejana llevo comprometido mucho tiempo, demasiado como para cambiar de compromisos. Y, el pueblo (sí, con minúscula) vasco lo que necesita es deshacerse como tal idea de pueblo en una marea de ciudadanos. Y, desde luego, es mejor que ellos pasen a las palabras y dejen los hechos. Incluso prefiero que digan a alguien que le van a matar a que le maten. Aunque lo mejor, para los que han hecho ciertas cosas es callar y avergonzarse. ¿Sentirán vergüenza de lo que hicieron los que escribieron esto?
ETA hace un llamamiento a las autoridades de España y Francia para que respondan de manera positiva a esta nueva situación y para que no pongan obstáculos al proceso democrático, dejando de lado la represión y mostrando la voluntad de dar una salida negociada al conflicto. Por desgracia, mi confianza en las autoridades es tal que me resulta impredecible lo que harán. Pero espero que pongan todos los obstáculos a ese proceso democrático del que ustedes hablan, y sin embargo hagan todo lo posible por desarrollar un verdadero proceso democrático que significaría convertir ese territorio en un territorio mas de España y de Francia, de Europa, y no en el caso único que ahora representan.
La “represión” ¿de qué? De quienes han asesinado, de quienes han extorsionado, de quienes han amparado, de quienes han viciado hasta la náusea la vida ciudadana. La represión no es mala sino necesaria cuando se trata de delitos tan graves. Lo malo es reprimir a la gente por sus ideas, y eso por mucho que quieran no sucede en España, ni en Francia.
Finalmente, hacemos un llamamiento a los ciudadanos y ciudadanas vascas en general y a los militantes de la Izquierda Abertzale en particular, para que se impliquen en este proceso y luchen por los derechos que como Pueblo nos corresponden. ¡Que retórica tan hueca! ¡Qué pesadez con lo de los derechos de los pueblos, del Pueblo ese con mayúscula! Un pueblo al que reconocen pertenecer en ese “nos” que a todos los demás seres humanos que tengan el desatino de creerse parte del tal pueblo debería repugnar hasta la intolerancia.
Compromiso de ETA (de la iglesia)
ETA muestra su deseo y voluntad de que el proceso abierto llegue hasta el final, y así conseguir una verdadera situación democrática para Euskal Herria, superando el conflicto de largos años y construyendo una paz basada en la justicia. Nos reafirmamos en el compromiso de seguir dando pasos en el futuro acordes a esa voluntad y de seguir luchando hasta lograr los derechos de Euskal Herria. Bueno, dicen que lo quieren llevar hasta el final, sabemos que son muy capaces de llevar hasta el final hasta 850 procesos. Y después de esos 850 procesos llevados hasta el final (llamémosles, por ejemplo, asesinatos) ahora quieren que todo este basado en la justicia. ¿De qué justicia hablan que no contemple tanta muerte? Y, luego, se comprometen a seguir con su voluntad y con su lucha. Perdonen pero aquí el único alto el fuego que nos vale es el que termine con lo que hasta ahora fue su voluntad y su lucha. Voluntad y lucha, por cierto, ¿a qué me recuerda todo esto?
La superación del conflicto, aquí y ahora, es posible. Ese es el deseo y la voluntad de ETA. Desde luego, posible si ese sujeto que se llama ETA, que desea y tiene voluntad, desapareciese. Del todo. Borrado por la voluntad de esos hombres dejando sus armas, sintiendo vergüenza, pidiendo perdón, declarando inútil todo el sufrimiento que causaron. Entonces comenzarían hablar mi mismo lenguaje. Entonces podríamos empezar a hablar con ellos. Pero dudo mucho que un loco pueda hacer todo eso.
En Euskal Herria, marzo de 2006 En Valladolid, marzo de 2006
Euskadi Ta Askatasuna Un barman
E.T.A. Ciudadano de un país libre
- Dos por dos ¡rápido!
El pobre niño se aturulla un poco y responde tan veloz como puede:
- ¡Cinco!
- ¿Cinco?
- Bueno... ¿qué prefería: velocidad o precisión?
(...)
Esto viene a cuento de que hoy os traigo un análisis textual del comunicado de alto el fuego de ETA realizado por mi amigo el Barman filósofo, que ya nos dejó constancia de su prosa el día de los 15 pingüinos. Este comentario llega con unas semanas de retraso con respecto al texto que glosa, y no porque mi amigo haya necesitado todo este tiempo para escribirlo, sino porque yo no he encontrado hasta ahora el momento de publicarlo.
Así que velocidad no, pero precisiones unas cuantas:
Alto el fuego
La declaración de alto el fuego de ETA ha suscitado la aparición de infinidad de opiniones y sentimientos al respecto en toda España. Todas esas opiniones, como siempre ocurre con esta banda, van más allá de lo dicho por ella y buscan un verdadero significado que parece no estar en el texto, sino en un espacio intangible que cada uno sitúa allá donde le lleva su sentimiento o su opinión. Por eso, haciendo un alarde de originalidad, yo me voy al texto. Al texto concreto y sus palabras concretas y analizar que es lo que estas me dicen. Aún a riesgo de dar importancia a esta morralla ideológica que lo único que intenta es ocultar lo que hay detrás de ella. La demencia de quién asesina y es incapaz de situarse en el lugar del otro. El texto de alguien con quién no se puede discutir.
Declaración de Euskadi Ta Askatasuna a Euskal Herria. El título no puede ser más claro. El alto el fuego no se anuncia para aquellos que más les interesa y les afecta, es decir los sufridores de ese fuego nada purificador; es decir, los susceptibles de ser asesinados; es decir los españoles. Va dirigido a Euskal Herria. Desde este momento comienza un largo conflicto con la razón ilustrada que ETA lleva siempre hasta sus últimas consecuencias. No se refiere a seres humanos, sino a un ente indeterminado al que a veces se llama “Euskal Herria” que no sabemos con exactitud si se trata de un territorio, como a veces parece; de un pueblo como a veces se deja ver; o de un continuo acreedor a quién siempre, por el mero hecho de existir como idea en ciertas cabezas, se le debe algo.
ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, desea mediante esta Declaración dar a conocer la siguiente decisión:
¡Cuántos adjetivos para ocultar la verdad! O al menos para ocultar el verdadero adjetivo. Bueno, entonces es socialista, pero no cualquier socialismo sino el revolucionario. Por tanto el que cuyo objetivo es la revolución socialista, con lo que comienza a ser una amenaza para capitalistas, empresarios, burgueses, medias tintas y toda laya de no proletarios, según todas las revoluciones socialistas han pretendido ser. Uf, ¿serán todos esos, también, parte de Euskal Herria? Tercer adjetivo: vasca, nada que objetar. Cuarto de liberación nacional. La cosa se complica: socialismo y liberación. Nacional. No la cosa se simplifica: socialismo y liberación nacional siempre han ido de la mano, al menos el socialismo revolucionario como ellos lo llaman.
Y desea, en un movimiento de rasgos esquizofrénicos no son los miembros de esa banda los que tienen deseos, sino la banda en sí, ese colectivo no humano hasta sus últimas consecuencias parece humanizarse en este deseo imposible. Y desea declarar, el verbo sería rotundo si deseasen declarar de verdad, es decir poner en claro, decir la verdad. Pero la verdad se oculta, es precisamente lo que no se declara. ETA no se sabe si es socialista, si es revolucionaria, si es de liberación, y ni siquiera hay una nación la cual liberar. Lo que sabemos seguro, pero seguro, seguro, es que ha asesinado a más de 850 personas, y eso no se dice ni en esta declaración, ni en todos lo adjetivos que la definen. ETA es una organización asesina y loca, eso si que es una verdad, y a no ser que socialismo, revolución y liberación nacional den como resultado de la ecuación las palabra asesina y psicópata (cosa que no debemos descartar), existe una grave inexactitud definitoria en tan largo esfuerzo de adjetivación.
Euskadi Ta Askatasuna ha decidido declarar un alto el fuego permanente a partir de las 00:00 horas del 24 de marzo de 2006. De nuevo a vueltas con la declaración, parece que estos señores nos quieren decir algo ¿No tendrán verdaderos deseos de declarar? De quitarse de la conciencia todo lo que llevan encima y que debe ser una pesadísima carga. No, porque su locura les hace inmunes a ese deseo, y solo la Ley es quién puede decirles: señores ustedes son unos asesinos. Y así frenarles en su locura. Otra cosa extraña, el día y pico de plazo hasta el alto el fuego ¿Qué extraña maquinaria necesita dos días para detenerse? ¿Acaso en esos dos días hay algo importante que quedó por hacer? Y luego: alto el fuego permanente. El equivocado lenguaje de la guerra que, por cierto, se comunica a lo que se podría llamar su bando, esa nación de la que se arrogan el derecho a la liberación, y no al enemigo siempre necesario para un alto el fuego. Un enemigo que no cesa por tanto el fuego, un fuego enemigo que existe aunque, ilusos de nosotros, no sepamos nada de él. Ellos son, de esta manera, los que dan el primer paso hacia la paz. Aunque lo más siniestro es ese “permanente” que tiembla en su propio significado y que tantos han querido interpretar. Yo me niego a interpretar a la espera de que ellos escriban la palabra definitivo. Y entreguen las armas.
Reflexión de ETA. Otra cosa que me llama la atención. Ese afán de totalidad que también es propio de la locura. Toda ETA reflexiona. No sus miembros asesinos, no su dirección o mesa nacional o como se quiera llamar, no sus ideólogos si es que los hay. Toda ETA reflexiona en un fenómeno de telepatía inexplicable para las mentes razonables. Me pregunto si ETA antes tendría más reflexiones colectivas de esta índole, pero me parece a mí que no. Además llama la atención el tono claramente de ritual cristiano de la frase sin verbo “reflexión de ETA”.
El objetivo de esta decisión es impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para que mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, el Pueblo Vasco pueda realizar el cambio político que necesita. Toda ETA se pone a reflexionar y llega a la misma conclusión que todos sus enemigos, los demócratas, habían captado con facilidad, y sin necesidad de mucha reflexión desde hace demasiado tiempo: hace falta impulsar un proceso democrático en el País Vasco, porque allí la democracia está secuestrada. Porque allí el no ser de los que reflexionan a su manera colectiva y sin verbo, o de los que, a la postre entienden esa reflexión total de ETA, corren unos riesgos que en ningún país donde se disfrute de una verdadera democracia son admisibles en lo más mínimo. Pero claro, no se refieren a eso, para eso no hace falta tanta reflexión. Se trata de diálogo, negociación y acuerdo ¿Con quién? Se supone que con el otro bando salvo, claro está, los asesinados.
Y la evidencia de que el cambio político que el pueblo vasco (con mayúscula, fíjense) necesita, es un cambio necesario. Porque al fin y al cabo todo es contingente (incluso la vida de cientos de personas), solo el cambio político vasco es necesario y con necesario, lo que una banda de asesinos quiere decir es que es necesario. Ustedes ya me entienden.
Superando el actual marco de negación, partición e imposición hay que construir un marco democrático para Euskal Herria, reconociendo los derechos que como pueblo le corresponden y asegurando de cara al futuro la posibilidad de desarrollo de todas las opciones políticas. Negación, partición e imposición son, como la reflexión, cosa suya, pero se podrían expresar mejor con palabras que ellos nunca utilizarán: muerte, nacionalismo y extorsión y todos lo entenderíamos mejor. Ignoran, a pesar de la reflexión, que tal marco democrático ya existe, que lo malo es que ese marco solo ha sido rellenado por el fuego de unos pocos, la tolerancia de unos muchos y la sangre, el sufrimiento y el valor de otros muchos. Pero el marco está ahí, y se llama Constitución, y se llama Estatuto que la convierten en la región europea que más independencia real tiene del Estado central. Pero eso, para nosotros, es también contingente, porque lo necesario, lo de verdad necesario es lo que en la realidad vasca no existe. Aquello que hace por lo menos dos siglos que se puso blanco sobre negro (o quizás rojo sobre negro, que esto no fue sencillo): los derechos humanos, que proclamaban al ciudadano como poseedor de todos esos derechos por el mero hecho de serlo. Pero, ay, nada se decía de los pueblos. Porque un pueblo es algo tan difícil de definir que todavía ni los defensores de sus derechos se han puesto de acuerdo en decirnos lo que es. Y esa dificultad de definición está condicionada por un hecho incontrovertible: los pueblos no existen, los ciudadanos sí.
Desde luego les debemos agradecer a los asesinos que hablen de un futuro donde se desarrollen las opciones políticas de cada ciudadano (no de los pueblos, aquí se ve clara la diferencia radical entre un pueblo y un ciudadano) y para ello lo mejor es que empiecen por no irse cargando por ahí, asesinando, quiero decir, a los que creen en distintas opciones políticas, a los que no creen en eso del pueblo vasco. Ejemplo práctico: no poner bombas en cementerios para llevarse por delante a la dirección regional de todo un partido. Aunque no pertenezcan a la categoría de lo que ellos dicen que debe ser el pueblo vasco. Y ahora, una vez que están hechas, arrepentirse de ellas, pedir perdón, dejar las armas, cumplir las penas.
Al final de ese proceso los ciudadanos y ciudadanas vascas deben tener la palabra y la decisión sobre su futuro, dando así una solución democrática al conflicto. La pescadilla que se muerde la cola. Hay que profundizar en la democracia para dar una solución democrática al conflicto. Supondremos que al conflicto creado por ellos, pues conflicto no es que unos ciudadanos tengan unas ideas y otros ciudadanos otras. Conflicto es que unos ciudadanos mueran y otros les maten, que unos ciudadanos sufran tremendas faltas en su libertad cotidiana y otros vivan tan ricamente mientras que otros fomentan esta diferencia. Y eso, vamos a ser sinceros de una vez, eso solo se soluciona cuando los que matan, los que extorsionan, los que amedrentan y los que miran hacia otro lado dejan de hacerlo y se dan cuenta de lo que hicieron, y reconocen al otro. Porque entonces, y solo entonces podremos hablar de libertad, pues es la libertad y no la paz el único final posible para este conflicto. Pero es evidente que a los llamados pueblos, por lo general, es fácil someterles, pero a los ciudadanos libres (y por tanto no partícipes de ningún pueblo) no es tan fácil dominarles. De ahí su miedo a la libertad. Porque los llamados pueblos son rígidos, pero los ciudadanos cabe la posibilidad de que sean despistados, valientes e irresponsables, y que por ello se nieguen a ser amedrentados, y bien por despiste, por valentía o irresponsabilidad una semilla de resistencia germine ¿Qué queda entonces de la totalidad de ese pueblo?
ETA considera que corresponde a todos los agentes vascos desarrollar ese proceso y adoptar los acuerdos correspondientes al futuro de Euskal Herria, teniendo en cuenta su pluralidad y totalidad. Y claro, por eso son mejor los agentes para desarrollar y acordar, porque esos si que están amedrentados, son rígidos y no pueden ser despistados, valientes o irresponsables. Y que no me hablen de pluralidad y totalidad porque una cosa, sin remedio niega a la otra. Porque yo quiero la pluralidad, pero no la totalidad si esta incluye a asesinos o gentes que precisamente no creen, como yo, en la pluralidad. Porque ellos hasta ahora de pluralidad: nada. En la pluralidad han intentado escribir un singular donde el que hacia el papel del otro era eliminado, era borrado por una bomba que dejaba restos de carne hasta en el quinto piso. Eso sí que lo deben aprender: la totalidad del cuerpo es sagrada. Hacer de los cuerpos una pluralidad de miembros separados, ha sido, hasta ahora, lo único que entendían de lo plural.
Los Estados español y francés deben reconocer los resultados de dicho proceso democrático, sin ningún tipo de injerencias ni limitaciones. La decisión que los ciudadanos y ciudadanas vascas adoptemos sobre nuestro futuro deberá ser respetada. Y esos políticos franceses que se ponen tan contentos con estas declaraciones, no habrán llegado, o no les habrán traducido este párrafo. Porque, visto está, este proceso democrático está al margen de los estados español y francés. O sea que en el mismo proceso ya sé es otra cosa distinta que español y francés, o sea que no hay otra posibilidad en el proceso más que la de no ser español o francés, porque si lo eres te transformas en injerencia y en limitación. Y si la decisión de los ciudadanos y ciudadanas (esto del os/as ya me lo imaginaba, ustedes son políticamente correctos, eso no cuesta nada) fuese por ejemplo y es un ejemplo, entender que los españoles y franceses que viven en esa supuesta Euskal Herria son una limitación y una injerencia eso no puede ser de ninguna manera respetado. Y advirtamos que se ponen imperativos porque eso si que no lo debemos aceptar.
Llamamiento de ETA (otra vez el tono religioso, a sus fieles)
Hacemos un llamamiento a todos los agentes para que actúen con responsabilidad y sean consecuentes ante el paso dado por ETA. ¡Dios santo! Me hundo en mi incapacidad de ser responsable hasta este “paso”. Un paso pequeño para el hombre, pero gigantesco para los pueblos. Tener un respeto profundo por este gran paso que significa que una banda de asesinos que se dedicaba de matar deja de hacerlo. ¿Qué debo hacer? ¿Darles las gracias? ¿Sentarles a mi mesa? ¿Hacerme una lobotomía y olvidar todo el sufrimiento y las lágrimas que yo mismo derramé tantos días? ¿Llorar ahora de alegría? No haré nada de eso. Solo seré consecuente conmigo mismo y seguiré pidiendo lo que hasta hoy mismo pedía. Que los delincuentes de todo tipo sean juzgados y condenados, que las organizaciones asesinas se disuelvan y no condicionen de manera alguna la vida política. Ni la vida, a secas.
Es tiempo de compromisos. Todos debemos asumir responsabilidades, para construir entre todos la solución democrática que el Pueblo vasco necesita. Es el momento de tomar decisiones de calado, pasando de las palabras a los hechos. Yo, modestamente, desde mi cuarto, desde mi casa, desde mi ciudad lejana llevo comprometido mucho tiempo, demasiado como para cambiar de compromisos. Y, el pueblo (sí, con minúscula) vasco lo que necesita es deshacerse como tal idea de pueblo en una marea de ciudadanos. Y, desde luego, es mejor que ellos pasen a las palabras y dejen los hechos. Incluso prefiero que digan a alguien que le van a matar a que le maten. Aunque lo mejor, para los que han hecho ciertas cosas es callar y avergonzarse. ¿Sentirán vergüenza de lo que hicieron los que escribieron esto?
ETA hace un llamamiento a las autoridades de España y Francia para que respondan de manera positiva a esta nueva situación y para que no pongan obstáculos al proceso democrático, dejando de lado la represión y mostrando la voluntad de dar una salida negociada al conflicto. Por desgracia, mi confianza en las autoridades es tal que me resulta impredecible lo que harán. Pero espero que pongan todos los obstáculos a ese proceso democrático del que ustedes hablan, y sin embargo hagan todo lo posible por desarrollar un verdadero proceso democrático que significaría convertir ese territorio en un territorio mas de España y de Francia, de Europa, y no en el caso único que ahora representan.
La “represión” ¿de qué? De quienes han asesinado, de quienes han extorsionado, de quienes han amparado, de quienes han viciado hasta la náusea la vida ciudadana. La represión no es mala sino necesaria cuando se trata de delitos tan graves. Lo malo es reprimir a la gente por sus ideas, y eso por mucho que quieran no sucede en España, ni en Francia.
Finalmente, hacemos un llamamiento a los ciudadanos y ciudadanas vascas en general y a los militantes de la Izquierda Abertzale en particular, para que se impliquen en este proceso y luchen por los derechos que como Pueblo nos corresponden. ¡Que retórica tan hueca! ¡Qué pesadez con lo de los derechos de los pueblos, del Pueblo ese con mayúscula! Un pueblo al que reconocen pertenecer en ese “nos” que a todos los demás seres humanos que tengan el desatino de creerse parte del tal pueblo debería repugnar hasta la intolerancia.
Compromiso de ETA (de la iglesia)
ETA muestra su deseo y voluntad de que el proceso abierto llegue hasta el final, y así conseguir una verdadera situación democrática para Euskal Herria, superando el conflicto de largos años y construyendo una paz basada en la justicia. Nos reafirmamos en el compromiso de seguir dando pasos en el futuro acordes a esa voluntad y de seguir luchando hasta lograr los derechos de Euskal Herria. Bueno, dicen que lo quieren llevar hasta el final, sabemos que son muy capaces de llevar hasta el final hasta 850 procesos. Y después de esos 850 procesos llevados hasta el final (llamémosles, por ejemplo, asesinatos) ahora quieren que todo este basado en la justicia. ¿De qué justicia hablan que no contemple tanta muerte? Y, luego, se comprometen a seguir con su voluntad y con su lucha. Perdonen pero aquí el único alto el fuego que nos vale es el que termine con lo que hasta ahora fue su voluntad y su lucha. Voluntad y lucha, por cierto, ¿a qué me recuerda todo esto?
La superación del conflicto, aquí y ahora, es posible. Ese es el deseo y la voluntad de ETA. Desde luego, posible si ese sujeto que se llama ETA, que desea y tiene voluntad, desapareciese. Del todo. Borrado por la voluntad de esos hombres dejando sus armas, sintiendo vergüenza, pidiendo perdón, declarando inútil todo el sufrimiento que causaron. Entonces comenzarían hablar mi mismo lenguaje. Entonces podríamos empezar a hablar con ellos. Pero dudo mucho que un loco pueda hacer todo eso.
En Euskal Herria, marzo de 2006 En Valladolid, marzo de 2006
Euskadi Ta Askatasuna Un barman
E.T.A. Ciudadano de un país libre
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